También me gusta pintar, o al menos intentarlo. El caso es experimentar en campos nuevos y enriquecerse de ellos.
Esta vez, quería pintar un cuadro grande. Pero mi imaginación no da para tanto, y ante un lienzo en blanco no me siento capaz de crear desde cero. Quizá algún día me pique el gusanillo.
La solución... Internet.
Bendito Internet, ¡de cuántos apuros nos saca!